Crónica: Joel Cruz - Fotografía: Ricardo Cepeda.
El mes de marzo se acercaba a su final hace unos días. Mientras la noche de ese jueves 29 de marzo en principio deseaba mostrar quietud aparente, la gira de metal holandesa entre Sinister y Pestilence marcó una escala bogotana altamente positiva para dos conjuntos clásicos que demostraron haciendo honor al dicho que reza “la unión hace la fuerza”. La música cumplió con su cometido y como en otras ocasiones, no decepcionó. La organización, repitiendo fórmula en el lugar, escogió las instalaciones del Lumiere para esta cita. Centenares de seguidores fueron progresivamente acercándose alrededor de allí aplazando (valga mencionarlo) con algo de exageración su entrada, pues aunque el concierto incluía staff de grupos locales no fue sencillo motivarlos a entrar, situación nada agradable para la policía por aquello del orden público. Así que situaciones tensas para gente tensa…por fortuna la palabra disturbio no hizo parte de la velada. Malos hábitos en el metal que se viven todavía en el ambiente; ojalá algún día se superen.
Para el selecto público que realmente apreció el trabajo de las agrupaciones invitadas fue grato saber que contaron con buena antesala a la presentación de los europeos: Threshold End, banda formada en 1998, maestra por cierto del control sobre el escenario, combinó potencia y carisma, dejando en un sitio favorable nuestra reputación como anfitriones, lejos de ese prejuicio asociado a las “bandas de relleno”. Poco a poco va cambiando la conciencia respecto a esto.
El ajuste de sonido demorado, como episodio de rutina para un show cargado de ansiedad colectiva. Eran más de las nueve y media de la noche cuando el Death metal de Sinister sacudió el auditorio: ‘The Science of Prophecy’ inauguró el set list de los holandeses haciendo gala de un nombre común, pero el cual la banda ajusta con maestría a su carrera de treinta años. Sinister ya había pisado Colombia, así que el reencuentro con sus fans cobró alta importancia con esta nueva visita. Figuraron en su cancionero para la noche temas como ‘Sadistic Intent’ pieza del 93, adaptada muy bien en la actualidad, ‘Afterburner’ y ‘The canonical Rights’. Fueran de antaño o de su más reciente catálogo, el Sinister de la actualidad se encuentra en su mejor etapa musical, de eso no existe duda.
La presencia de otra generación metalera se preparaba para Pestilence. Listos para la fuerte descarga, decidieron comenzar con algo de su nuevo disco “Hadeon”, muestra perfecta de su avance en un metal explorador; no es de extrañar que la prensa especializada (la de verdad) ya tenga en la mira al álbum como uno de los mejor elaborados para este 2018. Amanecerá y veremos. Lo novedoso de todos modos no pudo frenar el ansia por canciones más memorables, oportunidad que aprovecharon los músicos para interpretar su famosa ‘Malleus Maleficarum’, aclamada por el pogo y la “vieja guardia” de la reunión. En serie siguieron desfilando canciones como ‘Subordinate the domination’, ‘Dehydrated’, pista uno del trabajo “Consuming Impulse” (con su famosa portada), ‘Chronic Infection’, la excelente ‘Twisted Truth’ y otras impecables composiciones de sus obras más recordadas. ‘Out of the Body’ se encargó de concluír el toque y aunque no faltó el borracho que buscaba problemas robándose el papel higiénico del baño, la zona de farándula (pues los miembros de Sinister se quedaron para ver tocar a sus compañeros de gira entre la gente) y uno que otro buen amigo emotivo, confesándome lo mucho que apreciaba a los “pestilentes” desde la era del casete pirata, la tediosa salida para encontrar taxi en un jueves festivo valió la pena. Unos cuantos en semana de pasión mientras otros vivimos la energía del Death metal en directo.
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Joel Cruz
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