RATA BLANCA sigue los pasos de la tenacidad

La dinámica en la cual los rockeros giran frecuentemente por los países que ofrecen un espectáculo musical es muy diferente casi asomando el 2020, en relación a por lo menos dos generaciones antes. En Colombia, lamentablemente en desventaja respecto a otras partes del continente y el planeta, su público difícilmente comprende las diferentes razones que motivan tanto a empresarios como a músicos de distinta altura a repetir fechas de manera continua en el país. La reflexión responde justamente a la última visita de los argentinos Rata Blanca; mi prudencia me impide discernir entre su mejor y su show menos bueno, inclinándome mejor a decir: personalmente lo disfruté mucho.

Que la agrupación conformada en el sur del perímetro porteño hacia 1985 tenga un peso incuestionable en el Rock, interpretado además en el idioma propio de la región (no confundir con el rótulo ochentero rock en español) no solo ha funcionado al mejor estilo mediático para que su nombre hurte la atención de sus seguidores de antaño, líneas de oyentes y espectadores hijos de otras sociedades, con otros modos de consumir música y entretenimiento. La fama de Rata Blanca, a punto de cumplir 35 abriles desde su concepción ha servido para incluso, a los fans nacidos en periodos más cercanos al presente tomen propiedad genuina de sus canciones, como si pertenecieran a su entorno histórico y sí, ante conclusiones impulsivas, lejos de las baladas radiales y de bar acostumbradas en el pobre circuito local. Quien gusta del grupo conoce el valor claro está, de sus himnos inherentes, pero también sabe de su catálogo, lleno de pruebas que atestiguan una carrera tenazmente refinada, imposible de digerir con sencillez.

Video: Hummingbird Press TV (YouTube)

Ante los indicios que evocan nostalgia de una u otra época por afecto a los emblemas de niñez y adolescencia, no son pocas las oportunidades para viejas glorias, quienes desean tomar provecho de la situación,  husmear un chance de pantalla y tomar algo de dinero después de prácticamente no existir en la industria. En tantos años haciéndole quite a los bruscos cambios de la escena musical (sobre todo los que rechazaron o todavía desprecian el virtuosismo al tocar algún instrumento),  Walter Giardino y Adrián Barilari siguen los pasos de la tenacidad, apasionados en su vocación de vida. Rata ha constituido un trance ha traído y llevado al lado de buenos compañeros de viaje (como al siempre recordado Guillermo “El Negro” Sánchez) por encima de las circunstancias que en innumerables ocasiones obligan a la deserción, para seguirse llamando señores del Heavy Metal en el mundo de la lengua hispana, distinguidos a la postre en otros lugares del globo medianamente distantes al idioma.

El formato By Request efectivamente le otorgó a los espectadores colombianos la alternativa de personalizar el concierto, una ocasión más en el año donde Rata Blanca se encontró con los escogidos que le respetan y admiran, como la respuesta cercana a ese sonido británico adaptada a nuestro contexto cotidiano. Rockero.org, como organización empeñada en el respeto del fan y en su esmero por calidad de sus recitales, solicitó la presencia de los caleños Krönös para darle inicio de este, orgullo insigne del Hard Rock tricolor. Las cosas buenas de la vida se toman en momento perfecto, a veces no hay enésima oportunidad.

Video: Hummingbird Press TV (YouTube)

Fotos: Sergio Fabián Garzón

Joel Cruz