Casi un año después, ¡seguimos impactados con QUADRA de SEPULTURA!

Texto: Joel Cruz

Foto: hellpress.com

Sepultura fue la banda que nos hizo creer a muchos que el metal de Suramérica podía tener un nombre de respeto entre las grandes ligas del rock pesado. Así lo hicieron en efecto: salieron del caos brasilero con un estilo primigenio que les valió pronto ser objetos de culto en el subterráneo mundial.

La llegada de Andreas Kisser en 1987, en compañía de la madurez que llegaría con su inclusión en las plazas frecuentadas por Metallica o Slayer, fueron oportunidades para adueñarse durante varios años de la atención global. No es un secreto que la «muerte» de esta etapa traería cambios abruptos: La entrada de Derrik Green y la salida definitiva de la marca Cavalera en sus discos, haría mella.

Hubo mucho tiempo utilizado para examinar otras fórmulas, divagar entre el reciclaje de lo creado y sostener una fama a punta de experimentación. Muchos fans se negaron a perdonarlos. No pocos se sintieron traicionados (como si fuera poco), en medio de una era difícil para la industria, nacida hace dos décadas y tan vigente ahora.

Recreando el nombre de Sepultura desde otra visión (otra morbid vision, he he), Kisser y los demás pasaron por las desavenencias de los descalabros comerciales, la falta de aceptación general y la transición hacia otros caminos. Sin embargo, iban recogiendo resultados en tanto se hallaban presentes sobre escenarios de primera línea. Machine Messiah (2017) sería el primer «encontrarse a sí mismos» que toda agrupación antigua ha tenido en frente como desafío. Pero en realidad, el esplendor de ese replanteamiento se dio con Quadra, pieza 15 de sus obras en estudio.

En defensa de la buena (y muy activa) escucha de las numerosas producciones que se publican anualmente desde sellos como Nuclear Blast, era infaltable mencionar este trabajo aún cuando se acerca un año de su lanzamiento.

El repaso sobre todas las canciones es un acto que bien se recomienda multiplicar insaciablemente. Debido a lo anterior, nunca está de más seguir dedicando tiempo a uno de los episodios metaleros más interesantes de los últimos tiempos. Los riffs de guitarra, la potencia vocal de Green y las intervenciones del baterista Eloy Casagrande, junto al bajo de Paulo Jr. encajan correctamente en una antología cristalina. Arriesgada, formada con detalles tribales y coros de séptimo arte.

Quadra es una excusa idónea para explorar un álbum desde la perspectiva de antaño, ojalá en formato tangible; tomando distancia de las plataformas al menos por un rato. Temas enlazados por un linaje escrito común, pero con una fijación ecléctica.

Si los viejos y actuales integrantes de Sepultura se siguen peleando por el trono de la «S espinada» en las redes sociales...¡qué importa! su legado está ahí, el nostálgico y el nuevo, para que nos vayamos donde queramos sentirnos mejor.

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